Para el próximo año

UNA considera que optimismo del Banco Central es infundado

El economista de la Universidad Nacional, Henry Mora, manifestó que es muy negativo que el BCCR esté creando expectativas tan positivas para el próximo año, debido a que esto no será así.

Las proyecciones alentadoras para 2009 dadas a conocer por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) son infundadas, según dijo el economista Henry Mora, quien aseguró que están basándose en el supuesto de que Estados Unidos y la Unión Europea salgan definitivamente de la sombra de la recesión, lo cual no es del todo probable.

Según explicó, ni siquiera es necesario que estos países entren en franca recesión, sino que es suficiente con que haya dos o tres trimestres de estancamiento para que continúe la desmejora en las exportaciones, el turismo y las remesas, por lo que, recalcó que podría ser contraproducente que el ente emisor hable con tanto optimismo.

Agregó que si bien los efectos sobre los precios se absorberán este año (incluido el del tipo de cambio) los efectos negativos sobre la producción, las exportaciones y el empleo se reservarán para el año entrante.

“El presidente del ente emisor, Francisco de Paula Gutiérrez, estimó que todo saldrá mejor durante el próximo año, en materia de ingresos, inflación, producción y déficit fiscal, sin embargo, esto no podría ser real, a pesar de que los precios del petróleo y de los combustibles tiendan a estabilizarse (aunque en altos niveles) y es posible que el ingreso de Costa Rica a Petrocaribe alivie el enorme déficit comercial”, destacó.

El economista comentó que el menor crecimiento en el Producto Interno Bruto que ya no crecerá en 2008 un 3,8% sino 3,3%, además un menor alcance del ingreso nacional disponible bruto del previsto 5,3% a un 3,6%, el déficit de cuenta corriente (bienes, servicios y transferencias) de la balanza de pagos, que ya era preocupante al preverse 14,3% se torna alarmante al pronosticarse un 17%.

Mora lamentó que las autoridades del Banco Central achaquen estos malos resultados casi exclusivamente a la situación internacional y que ni siguiera se molesten en advertir qué factores internos, ya sean coyunturales o estructurales, entran también en la ecuación de la desmejora en la economía y en las condiciones de vida de la mayor parte de la población.

El economista mencionó que la alta dependencia fósil del sector transporte, las pérdidas del ente emisor ocasionadas por una política monetaria complaciente con los intereses del sector financiero o las consecuencias económicas y sociales del abandono de una política de seguridad alimentaria en los últimos lustros son algunas de las causas. Además, subrayó que el documento deja sin explicar la súbita alza del tipo de cambio y el aumento de la pobreza.