San José, 9 de agosto.- La espiral inflacionaria en Costa Rica, que para fin de año puede ubicar este índice en más de 14 por ciento, por encima del ocho por ciento estimado, será un componente de agudización de la pobreza, afirmó hoy el experto Henry Mora.
La situación afectará en especial a la población pobre, que abarca a casi 17 por ciento de los 4.3 millones de costarricenses, que sentirían un golpe inflacionario real de alrededor de 25 por ciento, indicó Mora, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional (Una).
En primer lugar, la gente de ese sector recibe menos ingresos "y, por tanto, eso le hace más difícil la sobrevivencia", precisó Mora.
"Pero ahora es doblemente peor, porque, además de ser los que tienen menos ingresos, son los que están soportando la inflación más alta en relación con la proporción que tienen que dedicar, de sus ingresos, a cubrir esos bienes de primera necesidad", aseguró el analista.
"Esto, obviamente, va a tener un significativo incremento en la medición de la pobreza (…) cuyos datos conoceremos en octubre o noviembre", vaticinó. Por sí solo, indicó Mora, el aumento en el costo de la canasta básica alimentaria "posiblemente representaría unos tres puntos más de pobreza", aunque precisó que será necesario ver "cómo se comporta el mercado de trabajo y las transferencias del gobierno a los más pobres".
Mora agregó que es necesario comparar el aumento en el costo de la canasta básica con los ingresos de estas familias, "que dependen básicamente de dos factores", el salario y el empleo, y otros ingresos por vía de transferencias, como becas o ayudas.
El experto aludió así a programas como los apoyos para familias de escasos recursos con hijos en la enseñanza secundaria, o los aumentos aplicados a la pensiones (jubilaciones) de los niveles más bajos.
"Lo más importante, tal vez, es que hay que diferenciar que la inflación no es la misma para todos los grupos sociales", planteó, y "eso particularmente lo vemos cuando separamos la inflación por los distintos grupos de bienes y servicios" La inflación subió 14.17 por ciento de agosto de 2007 a julio de 2008, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), y el rubro que más aumentó fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, con un alza de 23.82 por ciento.
Mora planteó que, "para una familia de clase baja, una familia pobre, que esté ahí en la línea de pobreza, el indicador más importante es el de bienes alimenticios, porque la mayoría de estas familias gastan el grueso de sus ingresos en alimentos".
De modo que, "para una familia pobre, la inflación no es del 14, la inflación ronda el 25 por ciento, lo que es, en realidad, trágico para estas familias", y "eso se va a agudizar con los bienes que se están aumentando", agregó.
El precio del arroz, en bolsas de dos kilos, subió veinte por ciento, a lo que seguirán dos ajuste más, uno de ellos de 15 por ciento, en fechas por determinar.
Para los combustibles, los nuevos precios, que regirán desde el 12 de este mes llevarán el litro de diesel a 726 colones (1.45 dólares), la gasolina súper a 732 (1.46 dólares) y la regular a 720 (1.44 dólares), de acuerdo con el anuncio.
En cuanto a las decenas de tarifas de transporte colectivo de pasajeros, lo mismo en rutas urbanas que interurbanas, el aumento es de 12.8 por ciento. (Con información de Notimex/TPC)
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